Los trastornos alimenticios siempre me
han causado curiosidad y hoy les hablaré del Trastorno de atracones de comida
antes de mostrarles unos trucos, que encontré en la red, para vencer los
atracones. Éste se define como episodios recurrentes en los que una persona come
significativamente más alimentos, en un período de tiempo más corto, que la mayoría de
la gente come en circunstancias similares; además, está acompañado de episodios
marcados por sentimientos de falta de control.
Una persona con trastorno de atracones
puede comer demasiado rápido, incluso sin tener hambre. Puede tener sentimientos de culpa,
vergüenza o asco y puede tener los atracones solo para ocultar este
comportamiento.
Este trastorno está asociado a un
malestar clínico significativo y se produce, en promedio, al menos, una vez por
semana durante tres meses.
La causa del trastorno no es conocida.
Como otros trastornos alimenticios, parece que resulta de una combinación de
factores psicológicos, biológicos, y medioambientales. Se ha reconocido una
conexión entre el trastorno por atracón y otros trastornos de la salud mental.
Casi la mitad de las personas con el
trastorno del atracón tienen historial de depresión, aunque no se conoce bien
porque existe esta conexión. Mucha gente admite que el miedo, la tristeza, el
aburrimiento, la ansiedad, u otras emociones negativas pueden provocar un
episodio de atracón. Los trastornos alimenticios tienden a ser más comunes en
las mismas familias, sugiriendo una susceptibilidad del trastorno por atracón que
se puede heredar.
El tratamiento de este trastorno puede
ser difícil porque la mayoría de la gente se siente avergonzada por el
trastorno e intentan esconder su problema. La meta del tratamiento para el
trastorno por atracón es ayudar a la
persona tomar control de sus hábitos alimenticios y en la mayoría de los casos
el tratamiento incluye una combinación de psicoterapia, medicamentos como los
ISRS, control con nutricionista y terapia grupal o de familia.
Si no se trata pueden haber
complicaciones serias relacionadas con obesidad, diabetes, hipertensión
arterial, dislipidemias, trastornos del sueño, entre otros.
Trucos
para vencer los atracones
- Reconocer la sensación de hambre: Cuando sientes que se avecina el temido atracón, detente unos segundos a reflexionar; respira profundo y lentamente contando, de una manera rítmica, hasta sentir el autocontrol. Luego pregúntate si realmente tienes hambre. Te darás cuenta de ello si sientes sensaciones de vacío estomacal o, incluso, si tu estómago hace ruido al contraerse.
- Rótulos de advertencia: Son ideales para complementar los ejercicios respiratorios y para llegar al reconocimiento del hambre. Hay lugares clave para colocar los rótulos: el refrigerador, las alacenas, tu escritorio.
- Agenda diaria detallada: en ella se anotaran los datos de cada atracón: hora, estado anímico previo (cómo fue tu día, tus frustraciones y tus logros), alimentos que consumiste, tiempo en que los consumiste, sensaciones posteriores, vómitos u otra conducta eliminatoria, el día “después”, etc. Esto con tal de descubrir el factor desencadenante para poder corregir este mal hábito.
- “Confusión del olfato”: Desde hace ya varios años se sabe del poder evocativo de la memoria que tiene el sentido del olfato. Cuando sientas que comienza el "descontrol" y que se avecina el atracón prueba aromatizar el ambiente con el propósito de bloquear todo pensamiento autodestructivo que quiera surgir en tu mente. Algunos de los aromas recomendados son: naranja, mandarina, jazmín, rosa, nardo, entre otros.
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